Para P.
Era por la mañana. Era ruidoso, intenso como cada mañana de ayer. ¿Te acuerdas? Nos fuimos. Y cuándo llegamos allí, ¿te acuerdas? Había tanta luz que inmediatamente nuestras retinas explotaron, inmediatamente nuestras sangres se abrasaron.
Habrá hecho falta el velo ligero de tus párpados para que pudiéramos mirar por fin.